Máximo Pacheco asume la dirección del ABNB con la misión de recuperar la memoria oral de los bolivianos
Comunicación ABNB
Con la misión de implementar el Repositorio Boliviano de la Memoria Oral, Máximo Pacheco fue posesionado como nuevo Director del Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia (ABNB).
En un sencillo, pero significativo acto, el pleno del Consejo de Administración de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (FC-BCB) a la cabeza de su presidente, Cergio Prudencio, tomó juramento a la nueva autoridad del ABNB.
En la apertura del acto desarrollado en el Salón Auditorio de la institución, la Subdirectora del ABNB, Judith Terán, compartió brevemente con la audiencia la trayectoria y perfil profesional de Pacheco, elogiando además su personalidad y compañerismo.
Posteriormente, el presidente de la FC-BCB, Cergio Prudencio, dio lectura a un ensayo de su autoría, texto reflexivo en torno a la memoria y cómo ésta se enmarca en la dialéctica del recuerdo y el olvido. En su alocución, hizo énfasis en el carácter ideológico respecto a la decisión de qué recordar y qué olvidar. En ese sentido, acudió a la historia para referir los mecanismos del sistema colonial que justamente hicieron eso, sistemáticamente tratar de borrar la memoria histórica, las sublevaciones y rebeldía de los pueblos y naciones indígenas. En esa reflexión dio cuenta también de la permanencia en la Bolivia contemporánea de formas que todavía intentan borrar la memoria de los indígenas.
No obstante, resaltó que a pesar de la conquista, la evangelización y otros mecanismos, los pueblos indígenas lograron la pervivencia de su historia y memoria, eso gracias a la oralidad. Planteó entonces a la oralidad y la memoria oral como un tema pendiente, por ello anunció la creación al interior del ABNB de una unidad especializada en la recuperación, preservación y difusión de la memoria oral. Así, encomendó la materialización de ese proyecto a Máximo Pacheco.
“La oralidad será entonces el horizonte hacia donde el ABNB extienda complementariamente su visión institucional para la construcción del Pachakuti o tiempo de la enmienda, porque desde esas invaluables fuentes orales sumadas a las no menos valiosas fuentes documentales escritas, que esta magna institución supo conservar como aportación a la memoria, se tendrá que recontar, repensar y reescribir la historia de Bolivia, una historia que dé cuenta y desvele el enorme caudal de realidades oficialmente silenciadas y omitidas”, manifestó.
A su turno, Pacheco, tras juramentar al cargo, expresó su deseo de seguir los pasos de las grandes personalidades que a lo largo de la historia del ABNB llevaron las riendas de la institución. Asimismo, anunció que trabajará para que la memoria que se preserva en el ABNB se difunda a todos los públicos y usuarios que se benefician con la labor de este repositorio. Pero, además, se comprometió a encaminar el trabajo del ABNB para salir en busca de la memoria oral boliviana y trabajar en consonancia con los lineamientos establecidos en la Constitución Política del Estado. “Establecer en el país las bases permanentes para la consolidación de un soporte de historia oral, que corresponde a la forma de transmisión histórica de las naciones y pueblos indígenas para complementar el soporte archivístico y bibliográfico que aquí se resguarda”, expresó.
En un sencillo, pero significativo acto, el pleno del Consejo de Administración de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (FC-BCB) a la cabeza de su presidente, Cergio Prudencio, tomó juramento a la nueva autoridad del ABNB.
En la apertura del acto desarrollado en el Salón Auditorio de la institución, la Subdirectora del ABNB, Judith Terán, compartió brevemente con la audiencia la trayectoria y perfil profesional de Pacheco, elogiando además su personalidad y compañerismo.
Posteriormente, el presidente de la FC-BCB, Cergio Prudencio, dio lectura a un ensayo de su autoría, texto reflexivo en torno a la memoria y cómo ésta se enmarca en la dialéctica del recuerdo y el olvido. En su alocución, hizo énfasis en el carácter ideológico respecto a la decisión de qué recordar y qué olvidar. En ese sentido, acudió a la historia para referir los mecanismos del sistema colonial que justamente hicieron eso, sistemáticamente tratar de borrar la memoria histórica, las sublevaciones y rebeldía de los pueblos y naciones indígenas. En esa reflexión dio cuenta también de la permanencia en la Bolivia contemporánea de formas que todavía intentan borrar la memoria de los indígenas.
No obstante, resaltó que a pesar de la conquista, la evangelización y otros mecanismos, los pueblos indígenas lograron la pervivencia de su historia y memoria, eso gracias a la oralidad. Planteó entonces a la oralidad y la memoria oral como un tema pendiente, por ello anunció la creación al interior del ABNB de una unidad especializada en la recuperación, preservación y difusión de la memoria oral. Así, encomendó la materialización de ese proyecto a Máximo Pacheco.
“La oralidad será entonces el horizonte hacia donde el ABNB extienda complementariamente su visión institucional para la construcción del Pachakuti o tiempo de la enmienda, porque desde esas invaluables fuentes orales sumadas a las no menos valiosas fuentes documentales escritas, que esta magna institución supo conservar como aportación a la memoria, se tendrá que recontar, repensar y reescribir la historia de Bolivia, una historia que dé cuenta y desvele el enorme caudal de realidades oficialmente silenciadas y omitidas”, manifestó.
A su turno, Pacheco, tras juramentar al cargo, expresó su deseo de seguir los pasos de las grandes personalidades que a lo largo de la historia del ABNB llevaron las riendas de la institución. Asimismo, anunció que trabajará para que la memoria que se preserva en el ABNB se difunda a todos los públicos y usuarios que se benefician con la labor de este repositorio. Pero, además, se comprometió a encaminar el trabajo del ABNB para salir en busca de la memoria oral boliviana y trabajar en consonancia con los lineamientos establecidos en la Constitución Política del Estado. “Establecer en el país las bases permanentes para la consolidación de un soporte de historia oral, que corresponde a la forma de transmisión histórica de las naciones y pueblos indígenas para complementar el soporte archivístico y bibliográfico que aquí se resguarda”, expresó.